El doctor Atkins, que puso en marcha su dieta
en los años 70, el exceso de peso no sería debido a una alimentación
demasiado rica en grasas sino a un desequilibrio en el metabolismo
alimenticio, provocado más exactamente por una mala asimilación de los
azúcares. Sin embargo, nuestro organismo recupera su energía de los
azúcares y las grasas.
La dieta Atkins se basa en un sencillo principio: consiste en reducir los glúcidos de la alimentación,
para que el cuerpo se obligue a hacer uso de las reservas de grasa y
las queme de forma que se pueda perder peso. En este caso, las calorías serían por tanto menos importantes.
Se
prohiben los glúcidos, ya sean lentos como los alimentos con alto
contenido en fécula o las legumbres, o rápidos como las frutas, los
dulces y el alcohol.
Se pueden consumir tantos prótidos o lípidos como se deseen: carne, pescado, marisco, huevos, lácteos sin azúcar, mantequilla, aceite y quesos.
Las comidas tipo están constituidas fundamentalmente de
carne, pescado, huevos y queso. Se pueden añadir verduras con poca
cantidad de glúcidos, una pequeña cantidad de verduras ricas en fibra, lechuga y finas hierbas. Las personas que ha realizado esta dieta del Dr. Atkins les ha sido muy provechosa ya que la pérdida de peso es rápida al principio: se pierden de 2 a 4 kilos la
primera semana. Después, se pueden perder hasta 6 kilos al mes.